No hay mejor forma de darle la bienvenida a la primavera que salir a correr por el campo para disfrutar del tiempo perfecto que estamos teniendo. Sobre todo porque, como es habitual en esta estación, se anuncian ya borrascas en el horizonte.
Y ya puestos, aprovechando los días de fiesta, lo suyo es escaparse hasta la sierra de verdad. En esta ocasión para darle la vuelta, en todos los sentidos, a un recorrido bien conocido. Porque para subir hasta la Bola del Mundo desde la Barranca yo siempre había seguido la cuerda de las Cabrillas. Reservándome para la vuelta la dura bajada por la canal que nace en el collado del Piornal.
Pero esta vez he optado por hacer el mismo recorrido en sentido inverso. Sabiendo de antemano que esa dura canal iba a tener que treparla con paso tranquilo. Lo que realmente no me ha importado demasiado, porque no hay nada como estar avisado de los problemas con los que nos vamos a encontrar.
Lo único en lo que no había pensado era en las placas de hielo que quedaban en las umbrías cerca del collado. Y que me han hecho desistir de mi primera idea de hacer cumbre también en la Maliciosa. Porque la subida por la cara norte mantenía todavía su manto blanco y traicionero.
Así que desde el Piornal he vuelto a trotar hacia esos cohetes infantiles que se alzan en el alto de las Guarramillas. Donde me he encontrado una muchedumbre de excursionistas que también estaban disfrutando del cambio de estación.
Lo mejor de hacer el recorrido de esta forma es que arriba del todo, cuando ya las piernas empiezan a estar cansadas, nos queda por delante tan sólo una larga bajada. Y ya se sabe que cuesta abajo, hasta las boñigas resecas de vaca corren.
2h 36 min
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