Porque para mí no hay nada mejor que trotar por el campo en primavera, con el cielo lleno de rebaños de ovejas. Incluso alguna nube se ha pegado al suelo (en Torrelodones, donde si no?). Un placer para el cuerpo, porque la temperatura se mantiene fresca, y para el alma, por lo que ganan los decorados campestres con este tipo de fondos.
Así que esta semana he disfrutado de verdad corriendo por la mañana. Sólo o con compañía canina. Cansado y renqueante o con las piernas más ligeras. Pero siempre con campos de nubes por encima y campos floridos a mi alrededor.
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