Estos días estoy leyendo un libro muy interesante en el que Daniel Lieberman especula sobre las razones evolutivas que han hecho que nuestra especie sea cómo es, relacionando nuestra anatomía con el ejercicio físico. A lo largo del libro habla mucho del entorno en el que surgieron nuestros antepasado, y del paisaje africano por el que se mueven algunas de las últimas tribus de cazadores y recolectores actuales.
No es lo mismo, pero salir a correr a mediodía con este calor me permite imaginarme mejor esos parajes que describe en su libro. Con el Sol como protagonista principal; y plantas medio resecas, senderos polvorientos y lagartijas escondiéndose en las grietas de las rocas. Las condiciones en el valle del Rift serán todavía peores, pero con esto me vale para hacerme una idea.
Porque ya estamos en esa época del año en la que se ha invertido la hora punta de usuarios campestres. Ahora, paseantes y ciclistas salen tempranito, cuando todavía el frescor de la noche se mantiene brevemente pegado al suelo. Luego la gente desaparece, y sólo quedamos en los caminos los locos y los despistados.
1h 22 min
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