viernes, 15 de abril de 2022

Orillas del Genil


Una ligera molestia en la cadera me ha hecho tomarme con calma esto de correr. Así que para despedirme de Granada he optado por un recorrido suave siguiendo al río Genil hasta Cenes. Volviendo luego por el mismo senderillo después de haber soltado las piernas.

A los corredores nos llega una edad en la que parece que sólo podamos trotar entre una lesión u otra. En este caso la cosa parece muy leve, tan sólo una ligera molestia en la cadera que noto casi más cuando ando o subo una escalera que mientras voy corriendo.

Por si acaso, la prudencia me recomienda descansar unos días a ver cómo va la cosa. Algo que se me va a hacer realmente duro, porque el campo está lleno de flores, de hierba verde, de hojas nuevas naciendo en los árboles, de pájaros cantando de día y de noche... Veremos cuanto me dura la prudencia entre estos cantos de sirena.







No hay comentarios :

Publicar un comentario