Hace poco decía que el canto de los cucos es el primer signo de que el verano ya está llegando. Y hoy, que he salido a correr en manga corta, he escuchado al primero de estos pájaros anunciando con sus dos notas de cronómetro el buen tiempo.
Para celebrarlo he salido a trotar sin demasiado rumbo, yendo y viniendo por mis senderillos habituales. Hasta que ha llegado un momento en el que, ya puestos, he cogido el camino que rodea las Colinas.
Un recorrido con muchas subidas y bajadas. Más todavía de las habituales que te encuentras cada vez que sales al monte en este pueblo que no conoce el terreno llano. Por algo aquí bautizaron como Rompepiernas a la carrera en bici con más solera de la zona.
Un rompepiernas diario que mi perra y yo nos tomamos con calma cuando corremos. Yo desde hace ya tiempo. Y ella desde que ha empezado a notar que los años no pasan en balde. Carpe diem.
1h 26 min.
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