Estos días que estoy saliendo a correr cuando la noche todavía cubre ligeramente el campo, me he cruzado con muchos animales. Zorros, jabalíes y chotacabras comparten conmigo el gusto por andar o volar a estas horas de luz esquiva.
Aunque los ingleses suelen llamar a los chotacabras nightjars, antiguamente se les conocía también como nighthawks. Ese nombre es hoy el más usado en Norteamérica para un primo cercano. Creo que "halcón nocturno" es mucho más poético y certero que chotacabras.
Son aves difíciles de ver, más por su horario que por su rareza. Me los suelo encontrar posados en los caminos y, al levantarse sin ruido, su silueta se recorta contra el cielo como la de un halcón: una cruz alas de largas y estrechas con la cola alargada.
Una cosa curiosa de estos pájaros, que ya se están preparando para viajar a África, es que sus ojos brillan naranjas cuando les da la luz de un faro o frontal. Son los únicos animales noctámbulos con ojos de este color que he visto, ya que lo normal suelen ser los tonos verdosos de los gatos.
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