martes, 6 de noviembre de 2012

Lesiones


Siempre he sido un gran defensor de buscarle a las cosas el lado positivo. Ya sabes, si te tiran un limón, haz limonada. Así, hasta las lesiones pueden tener algo bueno: aprender anatomía.

Para eso, nada mejor que mi pierna derecha. Gracias a ella ya conozco músculos y tendones de los que no tenía ni idea:

  1. Tendón pata de ganso: lo tuve tocado durante varios meses hace años. Entonces todavía corría dando zancadas largas, lo que parece que no es bueno para casi nada. De hecho, esa forma de correr también me provocaba lesiones continuas en los gemelos. Corregí la técnica y se solucionaron los problemas.
  2. Banda iliotibial: empecé a saber de su existencia tras una carrera de tres horas muy técnica por la montaña. Y lo empeoré unos días más tarde al subir y bajar La Najarra (cojeando al final). Me dejó dolorido durante un mes y medio. Se suele resolver el problema con estiramientos y haciendo reposo cuatro semanas. Yo estuve más tiempo por cretino y pensar que con quince días bastaba.
  3. Tendón isquiotibial bíceps femoral: con ese nombre parece de la nobleza, pero es como los demás. Me molestó por primera vez la semana pasada al bajar triscando el cerro de San Pedro. Parece que con masajes y reposo se arregla la cosa. Y, aunque no me duele mucho, por si acaso me lo he tomado con calma. Estaré un tiempo con bici estática hasta que se me olvide que existe. Veremos si aguanto o vuelvo a hacer el tonto antes de tiempo.

Por ahora eso es todo lo que he aprendido. El saber no ocupa lugar, pero preferiría seguir ignorando el resto de fontanería de mis piernas. A ver si hay suerte.

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