A veces parece como si el cuerpo nos pidiera vacaciones. Justo cuando ya casi tengo la pierna bien del todo y me puedo soltar la melena (en sentido figurado, en el literal es imposible), me viene un virus de narices (este sí, tanto en sentido figurado como literal).
Con la garganta escocida y el cuerpo apaleado, no me siento ni para montar en bici. Alguna vez he corrido con síntomas de gripe y he terminado casi llorando. Y renqueando de mala manera. Así que esta vez lo voy a dejar por unos días más.
No hay comentarios :
Publicar un comentario