lunes, 18 de febrero de 2013

Telégrafo


Un recorrido largo de ida y vuelta. Con tramos bonitos (sobre todo la subida final al Telégrafo, que en realidad es mitad de camino), pero que me está empezando a aburrir un poco. No me gusta lo de cruzar Moralzarzal o la urbanización de Villaba.

Además, la mayor parte del recorrido es por pista. Y a mí, cada vez me tiran más los senderos pequeños y el campo a través. Pero al menos este tipo de recorrido tiene sus ventajas.

Por problemas logísticos, he tenido que correr la mitad del tiempo de noche. Y a pesar del frontal, se ve mejor por pistas y caminos bien trazados que por trochas en medio del monte.

Sin frío, ni viento, ni lluvia, a pesar de que el cielo estaba nublado. Las nubes bajas permitían ver bien en muchas zonas al reflejar la luz de los pueblos. Pero ha enmascarado el alba, y no me ha dejado ver al amanecer. Una pena, ya que si sales a las cinco, lo peor es no poder disfrutar del sol saliendo por detrás de las montañas.

Media hora antes del alba, los pájaros han empezado como siempre a saludar el nuevo día. Y, como siempre, sigo sin saber cómo narices pueden saber esos bichos cuándo va a empezar a clarear, si todavía no se aprecia en el cielo el menor signo de luz (o al menos yo no lo aprecio).

El ritmo ha sido más suave de lo normal. El cuerpo no estaba para excesos. Por las lesiones invernales, llevaba mucho tiempo sin correr tanto y quería terminar entero y sin cansarme. El problema añadido ha sido un estómago temperamental, que no me ha dejado reponer bien por el camino.

Pero al final, he podido mantener el ritmo y he llegado bien en cuerpo y alma. Con el tiempo justo para darme una ducha rápida y llevar a mi hijo a correr un cross (él mantiene la bandera competitiva de la familia).

En resumen:
  • Tengo que encontrar un nuevo recorrido alternativo para las salidas largas.
  • Con un buen desayuno, el cuerpo aguanta las dos primeras horas. El problema viene luego si se come poco (o nada).
  • Cada vez que llego a la torre del Telégrafo me acuerdo de la escena de El Señor de los anillos, cuando encienden la hoguera en Minas Tirith para avisar a los jinetes de Rohan (aunque la línea de telégrafo de los Borbones usaba señales de colores y faroles).
42,05 Km (26,13 millas)
874 m
4h 45 min (8,85 km/h)

2 comentarios :

  1. Mira que chulo haciendo maratones como tiradas largas!! Sana envidia la verdad.
    En cuanto a lo de comer, totalmente de acuerdo. El domingo hice 26 y de maravilla con un sandwich de plátano con miel en el que el pan eran tostadas francesas. Luego cambie de avituallamiento y he probado con ositos de gominola. Nada, no ha funcionado. De momento ganan las ciruelas pasas. Otro día probaré con mazapan o polvorones.
    Que tal a partir de las 2 horas? Que has ido comiendo y cada cuanto?

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  2. Los ositos de gominola no me terminan de convencer. Hay que masticarlos demasiado (o tragártelos casi enteros).
    El sandwich que dices tiene una pinta muy buena. Yo esta vez he llevado tortillas de trigo con humus y rúcula. Los burritos son perfectos porque se come muy bien corriendo.
    A partir de las dos horas hay que comer bien, bien al menos cada hora. El problema es que el estómago a veces se rebela.
    Los mazapanes, perfecto. Pero los polvorones te van a secar la sangre.

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