Hoy por fin el campo rezumaba agua. Durante todo el invierno los
arroyos han estados bastante secos. Pero en febrero se puso a llover con ganas
(y a nevar un poquito) y empezaron a bajar ya llenos.
Pero lo de hoy ha sido diferente. Todo el campo era un charco y todos
los caminos, arroyos. Así que no quedaba más remedio que mojarse. Cuando
llegaba a un lago mayor que el resto, chapoteaba con alegría por el medio (incluso
me mojaba aposta para limpiar un poco el barro de las zapatillas). A veces
hasta la rodilla. Menos mal que no hacía frío.
He salido a mediodía, con más sol que nubes, lo que me ha hecho sudar
de lo lindo. El otro día leía una entrevista con Kilian Jornet en la que decía
que bebe muy poco mientras corre porque casi no suda (“sólo un poquito por la
nuca”). Yo me disuelvo. Ha habido veces, sobre todo en el norte, en las que
parecía que me había caído en una piscina.
En resumen:
- He salido más rápido de lo que debía. La llegada no ha sido mala, pero estaba con las fuerzas ya muy justas.
- Voy empezando a controlar lo de la comida y la bebida. Ya aguanto dos horas largas sin llevar nada (y eso que sólo había desayunado en plan frugal).
- Se me ha hecho raro cruzarme con tanta gente: paseantes, corredores y ciclistas. La mayor parte de las veces no veo a nadie (por eso de la hora).
20,60 Km (12,80 millas)
431 m
2h 06 min (9,81 Km/h)
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