Después de un fin de semana pasado por agua no podía desaprovechar un
día como hoy. Y menos cuando anuncian más lluvias mañana. Sol, cielo azul con
algunas nubecillas blancas y praderas verdes engañosas, que esconden un verano
de matojos y secarral.
Además, un amigo me contó una teoría rara según la cual la mejor manera de terminar con un trancazo es salir a correr y escupirlo por el camino. Sigo siendo escéptico sobre las bondades de esa teoría, pero al menos me lo he pasado muy bien.
En resumen:
- He llevado todo el rato un trotecillo de calentamiento. Ni quería, ni podía forzar.
- El campo está a punto de explotar. En cuanto pasen del todo estos días de lluvias y vientos fríos se nos va a echar encima el calor de verdad. Mucho me temo que la primavera va a ser corta este año.
- Los topos se están volviendo ya locos escavando galerías y montículos en la tierra blanda. Además, hace un par de días vi a los primeros murciélagos.
13,49 Km (8,38 millas)
154 m
1h 27 min (9,30 km/h)
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