El tiempo ha sido más cántabro que castellano: diez grados de temperatura, lloviznas ligeras y constantes y campos con la hierba crecida. La zona de la dehesa estaba preciosa, con las encinas llenas de torcaces y los pájarillos como locos cantando para marcar sus territorios.
Cuando ya volvía, han cruzado sobre mi cabeza tres buitres negros (la foto ha sido sólo una excusa para parar un momento, porque mi móvil es prehistórico). Y ya en el coche he visto a lo lejos un grupo de 40 o 50 buitres dando vueltas encima del soto de Viñuelas.
13,49 km (8,38 millas)
154 m
1h 29 min (9,09 km/h)
No hay comentarios :
Publicar un comentario