A pesar de que de noche todos los gatos son pardos, lo cierto es que ya
me estaba cansando de dar vueltas por el mismo sitio. Lo que llamo praderas de
la Berzosa no es más que un ir y venir haciendo ochos por senderos empinados.
Lo bueno que tiene es que puedo medir bien el tiempo que estoy corriendo. Lo
malo es que ya estoy un poco harto
Por eso me puse a analizar el mapa de Hoyo buscando recorridos
alternativos. Casi todos son más largos, por lo que terminaría acostándome a
las tantas. Pero al final encontré una forma de correr lo justo: acortar el
camino de las cascadas bajando por el arroyo de Peregrinos.
Un recorrido pensado para hacer las cuestas fuertes hacía arriba y para
bajar rápido por caminos buenos (que ya he tenido algún resbalón en zonas comprometidas).
Esto explica que haya podido mantener un ritmo más rápido de lo normal.
Además, esta vez corrí en solitario, ya que no me gusta llevar a Senda
cuando cruzo alguna carretera (con lo loca que es, me da miedo que se meta
debajo de un coche). Y el caso es que me alegré de no estuviera conmigo, porque
escuché varias veces a jabalíes hozando entre los matorrales, y ya la han
corrido en otras ocasiones.
Al final fue un recorrido diferente y bonito para disfrutar de una
noche preciosa. Con Orión y las Pléyades brillando en un cielo sin Luna. Una
buena alternativa para no aburrirme haciendo siempre lo mismo.
12,28 km (7,63 millas)
236 m
1h 12 min (10,23 Km/h)
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