martes, 4 de diciembre de 2018

Sierra de Hoyo

He estrenado el mes subiendo por fin hasta la sierra de Hoyo. Después de tanto tiempo ha sido realmente agradable volver a trotar por el senderillo que recorre sus cimas. Pasando por el Picazo, Estepar, la Tortuga y más allá del collado del Portacho.

Como ya no estoy acostumbrado a salidas medio largas, me he tomado la subida con tranquilidad. Aprovechando para hacer fotos en cada recodo. Mientras subía, unos cuantos buitres han pasado muy cerca; y luego se han unido a un grupo de más de treinta que intentaban pillar un térmica en condiciones para tomar altura.

En la cuerda de la sierra se sentía el viento del norte, cargado ya del frio de la nieve que se acumula en las cimas de Guadarrama. Todavía queda mucho invierno por venir, pero se agradece este primer aliento de lo que se avecina. A pesar de todo, entre las rocas se podía ver todavía alguna clavelina en flor. Un toque de color que me ha sorprendido teniendo en cuenta las fechas.

En la bajada me he vuelto a perder varias veces por el senderillo que termina en las canteras de la las Viñas. Siempre que subo o bajo por esta zona termino dando alguna vuelta o atrochando campo a través. Pero siempre en estos casos se agradece más ir hacia abajo que hacia arriba.

Para terminar he regresado por el camino que rodea Hoyo por el monte Ejido. Una zona en la que es fácil cruzarse con ciclistas o corredores. Y en la que se agradecía el calorcillo del sol que se ha asomado en ese momento entre tanta nube. Un placer que ha puesto el broche perfecto a una gran excursión.

2h 21 min




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