Cuando ya pensaba que diciembre nos iba a traer el invierno, el tiempo se ha dado la vuelta y nos ha dejado una semana de calorcillo soleado. Algo que se agradece, sobre todo para salir a correr a primera hora de la mañana.
Aunque el lunes el campo todavía amaneció cubierto de niebla, para el martes el sol y el calorcillo parecían anunciar más una primavera temprana que los fríos propios de la época.
Con un campo que guarda la humedad de las últimas lluvias, pero al que todavía no se le nota recogido para el invierno. Senecios, violetas y clavelinas en flor se codean con las muchas setas que surgen ahora debajo de las jaras. Una excusa perfecta para descansar un momento a hacer una foto (y recuperar un poco el aliento).
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