Poco a poco voy recuperando mis recorridos habituales por Hoyo. Corriendo tan temprano que no me suelo cruzar con nadie. Como en esta salida dando la vuelta al pueblo por el camino de las Viñas.
Empezando a correr con la luz blanca del alba, difuminada por una niebla bastante cerrada que, poco a poco, se ha ido abriendo. Lo que, además de por la vista, se ha agradecido al poder correr cada vez un poco más seco.
A pesar de que no he hecho este recorrido desde hace unos meses, casi no he notado cambios. Quizás porque es todo por caminos bien marcados, por los que pasa mucha gente. Se agradece de verdad poder volver a correr, aunque sea en plan tranquilo, después de tanto tiempo encerrados
1h 33 min
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