sábado, 17 de diciembre de 2022

Cañones del Manzanares


Hay una regla no escrita entre corredores según la cual podemos llegar a trotar en buenas condiciones aproximadamente el doble de tiempo de lo que hacemos habitualmente. Por eso, la barrera psicológica de los que se preparan para correr un maratón por primera vez está en ser capaces de hacer la mitad en varias ocasiones, antes de lanzarse al ataque definitivo.

No hay estudios que lo demuestren, pero es una regla corroborada por la experiencia. En mi caso, al llevar ya años corriendo tan sólo durante una hora, significa que me va a ser difícil aguantar más de dos horas al trote en buen estado.

Mis recorridos largos se han ido acortando. Cuestión de costumbre; y de edad. El truco está en tomarse las cosas muuuuy tranquilas. Saliendo con un trote suave, y bajando las revoluciones cuando haga falta. Así que, cuando repito alguno de esos recorridos de antaño, los minutos crecen a puñados.

Pero por lo menos puedo seguir disfrutando de paisajes nuevos y de escenarios de antaño. Como en esta ocasión, en mi escapada a los cañones del Manzanares. Un recorrido por la parte alta, entre el puente del Batán y el del Grajal, con un paso más pesado de lo habitual. Y es que hay veces en las que salimos ya cansados de casa.

2h 00 min









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