martes, 26 de diciembre de 2023

Cosas que ya no hacemos cuando salimos al campo


Los móviles modernos son realmente unas máquinas extraordinarias. Tan avanzadas que no somos conscientes de que tenemos en el bolsillo ordenadores más potentes que los que se usaron para llevar al hombre a la Luna.

Gracias a ellos, tenemos muchas herramientas y casi todo el conocimiento en la punta de nuestros dedos. Gracias a ellos, los que llevamos mucho tiempo trotando o paseando por el campo hemos abandonado viejos hábitos.

Esta es una lista de algunas las cosas que ya no hacemos o que hemos dejado de meter en nuestras mochilas cuando nos ponemos a trotar, o cuando salimos a disfrutar de la naturaleza:

Mapas: siempre ha amado los mapas. Desde que era pequeño me fascinaban y me perdía en su belleza, leyendo durante horas las líneas de nivel y los símbolos que marcaban lugares nunca vistos. Luego llegó el sistema GPS, Google Earth y aplicaciones que nos van contando en voz alta lo que tenemos que hacer para seguir un recorrido. Todo ello muy conveniente, pero a veces echo de menos la magia del papel.

Relojes y cronómetros: aunque podría parecer que han vuelto los humildes relojes, lo cierto es que los que llevan ahora mucha gente en las pulseras son también megaordenadores. Unas veces nos avisan del ritmo de nuestro corazón y otras nos marcan el camino, midiendo además nuestros pasos y analizando cada una de nuestras zancadas. Pero aquellos humildes relojes que tan sólo nos daban la hora han dejado de existir.

Memorizar números de teléfono (y llamar desde una cabina): En mi pueblo la única cabina de teléfonos que todavía existe es ahora una minibiblioteca. El resto está ya sólo en los museos.

Brújula: Tan desaparecidas están, que la mayor parte de la gente ni siquiera se descarga las aplicaciones móviles que sirven para marcar el norte. El Dios del GPS ya nos marca el camino sin que importen los puntos cardinales.

Cámara de fotos: o mejor dicho, aquellas cámaras de fotos con carretes en color o blanco y negro. Porque las fotos las seguimos haciendo con el móvil (más que nunca)

Guías de campo: para reconocer animales, plantas, árboles, insectos… Yo las uso todavía de vez en cuando (porque las tengo y porque soy un viejo), pero reconozco que hay aplicaciones muy prácticas. De hecho, gracias a una de ellas he aprendido a diferenciar a muchos pájaros por su canto.

Recortar rutas de periódicos y revistas: algunos también recortábamos recetas de cocina. Qué tiempos!

Llevar dinero encima: ahora como mucho, una tarjeta.


… Y cosas que todavía seguimos haciendo

Llevar las llaves: del coche, de casa… Aunque puede que con el tiempo terminemos abriendo todo con nuestras huellas dactilares, con la retina o con la voz.

Chubasqueros / paraguas: no pasa nada por mojarse de vez en cuando. Aunque si seguimos quemando petróleo quizás consigamos aparcar los paraguas para siempre con el calentamiento global.

Prismáticos: realmente casi nadie los lleva. Pero a los que nos gustan los pájaros los seguimos usando como antaño.

Llevar dinero encima: porque a veces, en el quinto pino todavía nos siguen pidiendo trozos de papel y de metal.

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