La última salida al trote del año me ha pillado en Granada, así que he aprovechado para remontar el Genil por su orilla izquierda hasta la presa de Canales, dejándome llevar de vuelta hacia la ciudad con las piernas cansadas.
Una salida al alba, en la que tan sólo me he cruzado con gente en la zona más cercana a Granada. Luego he podido disfrutar de este pequeño río en soledad. Sobre todo porque los paseantes y ciclistas suelen optar por la pista grande y llana del margen derecho. Mientras que por el otro lado discurre un senderillo, más bonito, pero medio asilvestrado.
La falta de lluvias, y de nieves, han dejado al pequeño río convertido casi en una cacera. Pocas veces he visto al Genil rugiendo, pero ahora daba casi pena escuchar su ligero ronroneo. Además, el campo se veía realmente reseco. Algo bueno para no embarrarse las zapatillas, pero un poco triste para el alma.
En cualquier caso, creo que no hay muchas cosas mejores que este tipo de recorrido para empezar el día. O para terminar el año corriendo.
2h 33 min
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