jueves, 31 de enero de 2013

Datos prácticos para dar la vuelta al Soto de Viñuelas


Para empezar, lo más básico. No se puede correr por el Soto de Viñuelas. Es una finca privada. Grande, pero privada. Lo que sí se puede hacer es darle la vuelta corriendo o en bici. Y es casi imposible perder el camino, ya que siempre llevaremos la valla del Soto al lado.


La vuelta son unos 30 kilómetros de recorrido fácil, con pequeñas subidas y bajadas. Hay que tener en cuenta que no hay ninguna fuente en todo el recorrido, y que el 90 por ciento del tiempo corremos sin sombra alguna (ojo con el calor del verano, que esto es Castilla).

Yo la suelo correr saliendo desde el polideportivo Laura Oter, en Tres Cantos. Es muy cómodo, ya que se puede dejar allí el coche, tienen taquilla y no hace falta carnet para ducharse.

Desde el polideportivo, bajamos por la avenida de los Labradores y seguimos por la calle de la Majada hasta el final. Allí, un camino sale de frente a la derecha y cuesta arriba (justo detrás de una casilla de registros).

Seguimos ese camino de frente hasta llegar a la carretera del Soto de Viñuelas. Ya sólo nos queda cruzar la carretera y pegarnos a la valla durante unos 30 kilómetros. A la derecha en sentido contrario a las agujas del reloj. O a la izquierda, que es como yo la hago.

Los únicos momentos en los que puede haber alguna duda son:

Casa del Salto del Lobo: en la parte norte. Si se va corriendo en sentido de las agujas del reloj el camino parece cortarse en una valla (cerca de un cartel de Propiedad Privada). Lo cierto es que hay una pequeña calleja encajonada a la que se accede por una puerta. Ante la duda, sólo hay que seguir los cables de la línea de alta tensión en dirección Sureste.

Ciudalcampo: una urbanización enorme en el tramo nordeste del recorrido. Aquí hay que callejear un poquito: calles Abedul, Cerro del Toro, del Gamo, del Embajador (en el número 87 nos desviamos a la derecha para recuperar la valla del Soto de Viñuelas).

Arroyo de Viñuelas: hay que alejarse unos 300 metros de la valla por una pista, para cruzar el arroyo por un puentecillo. Luego volvemos a la valla por el camino de enfrente.

Entrada a Tres Cantos: desde la carretera del cementerio hasta la entrada a Tres Cantos hay tan sólo 400 metros, pero lo malo es que hay que hacerlos por el terraplén de la autovía. A pesar de estar separados de la carretera por una valla de hormigón, el sendero está sucio y no es demasiado cómodo. Hay una alternativa más práctica y muy poco más larga: cruzar la autovía por dos puentes peatonales y correr por el carril bici que hay al otro lado (yo no la he probado).

En cualquier caso, existen muchos recorridos marcados en Wikiloc que se pueden consultar por si las dudas.

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