Para empezar, lo más básico. No se puede correr por el Soto de
Viñuelas. Es una finca privada. Grande, pero privada. Lo que sí se puede hacer
es darle la vuelta corriendo o en bici. Y es casi imposible perder el camino,
ya que siempre llevaremos la valla del Soto al lado.
La vuelta son unos 30 kilómetros de recorrido fácil, con pequeñas
subidas y bajadas. Hay que tener en cuenta que no hay ninguna fuente en todo el
recorrido, y que el 90 por ciento del tiempo corremos sin sombra alguna (ojo
con el calor del verano, que esto es Castilla).
Yo la suelo correr saliendo desde el polideportivo Laura Oter, en Tres Cantos. Es muy
cómodo, ya que se puede dejar allí el coche, tienen taquilla y no hace falta
carnet para ducharse.
Desde el polideportivo, bajamos por la avenida de los
Labradores y seguimos por la calle de la Majada hasta el final. Allí, un camino
sale de frente a la derecha y cuesta arriba (justo detrás de una casilla de
registros).
Seguimos ese camino de frente hasta llegar a la carretera del Soto de
Viñuelas. Ya sólo nos queda cruzar la carretera y pegarnos a la valla durante
unos 30 kilómetros. A la derecha en sentido contrario a las agujas del reloj. O
a la izquierda, que es como yo la hago.
Los únicos momentos en los que puede haber alguna duda son:
Casa del Salto del Lobo: en
la parte norte. Si se va corriendo en sentido de las agujas del reloj el
camino parece cortarse en una valla (cerca de un cartel de Propiedad Privada).
Lo cierto es que hay una pequeña calleja encajonada a la que se accede por una
puerta. Ante la duda, sólo hay que seguir los cables de la línea de alta
tensión en dirección Sureste.
Ciudalcampo: una
urbanización enorme en el tramo nordeste del recorrido. Aquí hay que callejear
un poquito: calles Abedul, Cerro del Toro, del Gamo, del Embajador (en el
número 87 nos desviamos a la derecha para recuperar la valla del Soto de
Viñuelas).
Arroyo de Viñuelas: hay que
alejarse unos 300 metros de la valla por una pista, para cruzar el arroyo por
un puentecillo. Luego volvemos a la valla por el camino de enfrente.
Entrada a Tres Cantos: desde
la carretera del cementerio hasta la entrada a Tres Cantos hay tan sólo 400
metros, pero lo malo es que hay que hacerlos por el terraplén de la autovía. A
pesar de estar separados de la carretera por una valla de hormigón, el sendero
está sucio y no es demasiado cómodo. Hay una alternativa más práctica y muy poco más larga:
cruzar la autovía por dos puentes peatonales y correr por el carril bici que
hay al otro lado (yo no la he probado).
En cualquier caso, existen muchos recorridos marcados en Wikiloc que se
pueden consultar por si las dudas.
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