Aprovechando que la lluvia se ha dado un descanso, después de caer durante toda la noche, he aprovechado para dar una vuelta un poco más larga de lo habitual. Subiendo primero, como casi siempre, hasta prado alto, en la zona del Robledillo, y yendo luego hacia el este, hasta el alto de la solana.
sin poder disfrutar mucho de las vistas porque, además de la niebla que tapaba la sierra de Hoyo, la luz de estos días nublados aplana los detalles del paisaje. Poco color y menos contraste. Es como mirar la vida a través de cristales empañanados.
Por lo menos se agradece el agua que ha caído, y que parece que va a seguir cayendo. Parecía que el otoño empezaba con ganas de hacer honor a la estación, pero a las primeras tormentas les siguió luego un tiempo calmo y soleado que, aunque se ha agradecido, nos ha dejado el campo con sed.
Ha llegado ya el agua. Y dicen que luego vienen el frío y el viento. Así que mejor que vayamos sacando la ropa de invierno porque esta vez parece que la cosa va en serio.
1h 34 min
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