Como diría el narrador del oso Yogui, los animales ya empiezan a salir de su refugio invernal. En los últimos días me he cruzado con varios ciervos y con grupos de perdices ajeando enloquecidas. Cuando salgo a correr, todavía de noche, los gallos cantan a voz en grito y por el día ya se puede escuchar a algunos pájaros empezando a defender su territorio.
No ha terminado el mal tiempo. Llegarán tormentas, más frío, lluvia y puede que algo de nieve (esperemos!). Pero la vida del campo está empezando ya a despertar, con los animales por delante. Hace poco leí que en Inglaterra y Francia durante la edad media era una creencia popular el que los pájaros empezaban a buscar pareja a mediados de febrero (de ahí lo de identificar a San Valentín con los amoríos).
Supongo que la fecha exacta dependerá de la especie, la latitud y la geografía. Y puede que haya ido variando por nuestros experimentos con el clima. Pero teniendo en cuenta que estamos más al sur, es posible que en nuestro caso las aves empiecen a revolucionar sus hormonas sobre estas fechas.
Seguro que en unas semanas tendremos a todo tipo de batracios dando la nota también. Después despertarán las plantas, y empezarán a crecer de un día para otro, sacando sus flores para ser las primeras en llamar la atención. Pero para eso todavía falta un poco. Disfrutemos mientras tanto de estos adolescente con alas.
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