miércoles, 9 de enero de 2013

Enjoy the Weather


Puede que por encima de las nubes brille el sol, pero estos días nos estamos hartando de niebla y frío. Y eso que el invierno todavía no ha llegado del todo.

Pero hay que saber disfrutar de lo que nos toque en cada momento. Si hace sol, a ponernos morenos. Si hace frío, a correr más rápido para entrar en calor. Y si llueve y está todo lleno de charcos y barro… bueno, hasta al agua le podemos sacar partido.


martes, 8 de enero de 2013

Material World


La mayor parte de la gente que hace deporte suele gastar mucho tiempo y dinero en comprar material para practicarlo. En principio, podría parecer que los que corremos estamos libres de ese pecado. Al fin y al cabo, correr no es más que andar rápido (o caerse de forma controlada). Y eso lo podemos hacer hasta desnudos.

Pero no. También los corredores suelen pasar horas calibrando zapatillas o discutiendo sobre las bondades de camisetas, mallas o camelbags. Aunque a mí, la verdad, es que todo eso me aburre infinitamente.

Desde que era muy pequeño me ha gustado el deporte, y a lo largo de mi vida he hecho de todo. Mal, pero de todo. Escalada, bici, atletismo, baloncesto, tenis, padel, golf, natación… Hasta llegué a jugar un partido de fútbol un día con mis amigos.

Pero siempre he sido consciente de que el material no hace milagros (con tal de que se utilice algo medianamente digno). Una raqueta de grafito laminado con fibras de kevlar, cordaje de crin de unicornio y empuñadura de composite nunca ha mejorado mis golpes de forma perceptible.

Hay gente que afirma que sí que se nota cuando utilizas materiales de última tecnología. Normal. Después de gastarse un riñón en algo, la psicología más pedestre ya nos dice que le vamos a dar a ese algo todo el valor del mundo. Pero en mi experiencia más objetiva, lo cierto es que no he notada nunca nada.

Y una de las razones puede que sea que, para notar el cambio, haya que ser mejor atleta. Recuerdo el caso de un diseñador de ropa deportiva, al que Killian Jornet le había pedido que redujera unos gramos un chubasquero ultraligero. Él ya ha llegado a su límite físico. A partir de ahí, cualquier gramo ayuda.

Pero en mi caso (y somos legión), los gramos los llevamos dentro. Y los kilos también. Si pensamos que con el último modelo de zapatillas o con unos pantalones de moda vamos a correr mejor, lo llevamos claro. De hecho, si de verdad queremos correr más rápido, la mayoría de nosotros lo que tendríamos que hacer es adelgazar cinco kilos. Y si quisiéramos correr mucho más rápido, diez. Así sí que batiríamos nuestras marcas… aunque fuéramos en chanclas.

domingo, 6 de enero de 2013

Los Reyes

Será por republicano, o porque me he portado mal. Pero lo cierto es que los Reyes me han traido una recaida del tendón isquiotibial. Y unas zapatillas nuevas, para más coña.

Así que empiezo el año nuevo como terminé el pasado. Aunque al menos ya sé lo que me espera: un mes de reposo y mucho cuidadín al volver a trotar. Ahora ya sólo falta que el cuerpo aguante los 30 días sin salir al campo y no quiera estrenar las zapas cuanto antes.

Ah, y para colmo tengo una tendinitis en el hombro izquierdo (parece como si a los cuarenta caducara la garantía de nuestro cuerpo).

viernes, 4 de enero de 2013

Presa del Gasco

Como a veces es dificil encontrar un rato para correr, hay que aprovechar los tiempos perdidos como sea. Asi que hoy, mientras mi hija entrenaba, me he acercado a la presa del Gasco. Un recorrido bonito, sobre todo en los alrededores de la presa, y con no mucho desnivel.

A pesar de que no era demasiado temprano, todavía se notaba mucha diferencia de temperatura entre las solanas y zonas de umbría. De hecho, en la vega que hay por debajo de la presa, la hierba estaba helada en las zonas donde el sol llega poco estos días.

En la bajada he notado un pequeño aviso del tendón isquiotibial, y me he dado cuenta de que había vuelto a mis malos hábitos y estaba corriendo con zancadas relaitvamente largas. He corregido el ritmo y he mantenido la pierna bajo control el resto del camino. A ver si no me pasa factura más tarde.

En resumen:
  • Lo más obvio: se corre mejor de día que de noche (a pesar de que el sol cegaba en algunos momentos).
  • No hay que bajar nunca la guardia. Tengo que ir controlando la forma, la postura y el ritmo constantemente.
  • A este paso, me conformo con seguir corriendo despacito como ahora hasta que llegue la primavera.

12,94 Km (8,04 millas)
283 m
1h 29 min (8,72 km/h)

jueves, 3 de enero de 2013

Vuelta a las Colinas

Ha llegado un año nuevo, pero el invierno sigue todavía sin hacer acto de presencia. Noche fría aunque sin pasarse. Sin viento, con el cielo despejado y con Orion subiendo por el cielo (la luna me espera estos días al alba).
Una carrera nocturna que me recuerda a cada paso los excesos de estas fiestas. Entre polvorones y comilonas, las piernas van justitas. Pero merece la pena. Y nos queda todo el año por delante para disfrutar corriendo.
11,39 (7,08 millas)
231 m
1h 8 min (10,05 Km/h)

martes, 1 de enero de 2013

Mochila


Cosas que llevo en la mochila siempre que se salgo más de dos horas por el monte:

Siempre:
  • Comida y agua: más o menos cantidad dependiendo del tiempo que vaya a estar corriendo y de si hay fuentes por el camino. Pero siempre hay que llevar agua, al menos, una botella pequeña.
  • Manta térmica y silbato: no los he tenido que usar nunca. Mejor así.
  • Venda, tiritas y pañuelos de papel: estos sí que los he usado. No pesan casi nada, pero suelen hacer falta para arañazos y caídas.
  • Móvil y dinero: lo del móvil es de cajón. Lo del dinero debería serlo también para pagar comida o transporte en una necesidad.


Dependiendo del tiempo:
  • Chubasquero: mejor que cortavientos. Uno cumple el papel del otro. Pero no al revés.
  • Guantes y buff: en invierno suelo llevar los guantes siempre puestos. El buff suele ir en la mochila.
  • Gorra y gafas: en verano siempre debe ir la gorra puesta o en la mochila. Si hace falta y no se lleva, en caso de necesidad es mejor protegerse la cabeza con la camiseta. Las gafas a veces vienen bien, pero no son tan necesarias como la gorra.
  • Toalla: a mí me viene muy bien, sobre todo en verano. Llevo una de tamaño pañuelo que uso para secarme la cara.
  • Barra protectora labios: lo suyo es llevar el protector ya puesto al salir cuando realmente hace falta (mucho calor o frío, con ambiente seco).
  • Ropa de recambio: puede hacer falta, dependiendo del tiempo que se esté corriendo, de las condiciones meteorológicas y de dónde vayamos a terminar (a veces viene bien estar un poco decente en público)



lunes, 31 de diciembre de 2012

Najarra y Hueco de San Blas


La última salida del año ha sido por el que quizás sea mi recorrido favorito. Ida y vuelta por los bosques de La Najarra y del Hueco de San Blas. Subiendo y bajando por senderos y caminos entre pinos y robles. Además, el día acompañaba. Sol y fresquito sin viento. Un placer.

Nada más salir, en medio del robledal, dos corzos han venido corriendo entre los árboles desnudos hacía donde yo estaba. Cuando me han visto han girado y me han acompañado durante un rato mientras subía. Aunque el alba ya quedaba lejos, todavía era temprano. El bosque estaba en calma y el suelo todavía cubierto con la escarcha de la noche.

Con estas temperaturas y carreras cortas, estos días no estoy llevando ni líquido ni comida. Hoy tan sólo he cogido una botella pequeña y un par de barritas de chocolate (aunque al final, tan sólo he comido una). Además, por el camino iba cruzando un arroyo tras otro, por lo que en caso de necesidad siempre hubiera podido beber agua fresquita.

Han arreglado la pista de la zona quemada, por lo que ha perdido ese aire de camino abandonado que tenía. Pero creo que por poco tiempo, porque  el resto de las pistas que compactaron hace un par de años ya están empezando a asilvestrarse. Mejor así. Al menos para la vista.

A la vuelta, cuando bajaba por los bosques del Hueco, el calorcillo ya se dejaba notar. El olor de los pinos y de la tierra húmeda me ha acompañado durante el resto del recorrido. Y al final, un trago de agua helada en la fuente del Cura. Helada de verdad. Hacía daño y todo.

Una excelente forma de despedir el año.

  • Un día y un lugar magníficos
  • A pesar de que tenía la sensación de que iba muy, muy lento, al final el tiempo ha sido aceptable.
  • Sigo corriendo con mayor cadencia y pasos más cortos. Me parece que así controlo mejor las sensaciones del cuerpo y fuerzo menos la máquina.

24,16 Km (15,01 millas)
835 m
2h 34 min (9,41 Km/h)

viernes, 28 de diciembre de 2012

Libro: John L. Parker - And Then the Vulture Eats You


Varias historias de gente loca a la que le gusta mucho correr. Pruebas de larga distancia por lugares remotos y salvajes. Competiciones que combinan carreras de 100 metros y maratones. Carreras en las que los participantes dan vueltas y vueltas a un estadio durante seis días seguidos. O gente que cruza un Estado de parte a parte corriendo (o arrastrándose penosamente).

Un libro curioso y breve que se lee más rápido de lo que dura cualquier prueba de las que describe.


Argumento
Historias reales de ultramaratones y de los que las corren. Eso es lo que reza el subtítulo del libro. Y eso es lo que ofrece John L. Parker en estas siete narraciones.

jueves, 27 de diciembre de 2012

Vuelta a las Colinas


Otra salida cortita y nocturna. Lo mejor para bajar la comida de Navidad. Y la cena de Nochebuena. El tiempo ha cambiado y se nota más frío. Con algo de lluvia, que por momentos es aguanieve traída por el viento del noroeste.

Las pilas del frontal se van gastando, y el foco bueno ya sólo alumbra como si fuera el corto. Así que entre el fresquete, la lluvia y la falta de luz me lo tomo con más calma si cabe. Y a disfrutar.

11,39 (7,08 millas)
231 m
1h 9 min (9,91 Km/h)

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cascadas


Noche despejada y fresquita. Con la luna preparándose para estar llena en pocos días, pero que daba suficiente luz como para poder ir sin frontal durante la mitad del recorrido. Casi tan bonito como correr al alba.

Sigo corriendo lentito, pero me voy sintiendo más en forma. Quizás si corriera de día estaría en mis tiempos normales. Pero no cambio la experiencia. Me gusta ver el campo a la luz de la luna, con la soledad y el silencio de la noche. Y las estrellas! Hoy, cuando he vuelto, Orion estaba tumbado en el horizonte debajo de Tauro.

En resumen:
  • Además de por el placer estético, lo bueno de correr de noche es que, al ir más tranquilo, se disfruta más del recorrido.
  • Ya me siento bien en recorridos cortos. Ya sólo me queda encontrar tiempo estas fiestas para hacer un par de salidas largas.

13,65 (8,48 millas)
287 m
1h 24 min (9,75 Km/h)

viernes, 21 de diciembre de 2012

Mueve las caderas


Cada uno tiene su estilo. Y en los parques, se ve todo tipo de gente corriendo de acá para allá como Dios les da a entender.

Este video sirve de ejemplo del tipo de fauna que pulula por ahí: el raro, la loca, la máquina, la grulla o el escocido (no son traducciones exactas, pero yo los veo así).

No hay que reírse, ni ser condescendientes. Si nos grabaran en video quizás descubriríamos que no somos Usain Bolt precisamente. Yo, por ejemplo, creo que mi forma de correr es una mezcla entre la de Gabriela Andersen y la de Chiquito. Pero con menos estilo.