El Pendolero

Como sólo tengo dos opciones claras para salidas en torno a 20 kilómetros, y la de las cascadas ya me ha saturado un poco, he optado por volver a darle la vuelta al Pendolero.

Lo bueno de este recorrido es que la primera parte se corre, sobre todo, cuesta abajo. Lo que me permite ir cogiendo bien el ritmo de respiración. Normalmente suelo tardar algo más de media hora en correr de forma fluida (lenta, pero fluida). Y lo mejor para conseguirlo es ir por terreno poco quebrado. Para arriba o para abajo, pero de forma continua. Y no, en Hoyo no hay nada remotamente llano.

El caso es que, para cuando viene la subida, ya no se sufre demasiado. Además, aunque el recorrido acumula bastante desnivel (algo más de 500 metros positivos), el trazado no es demasiado malo, ni rompe las piernas con cambios constantes.

En resumen:

• Una buena forma de terminar una semana en la que no ha habido forma de encontrar muchos huecos libres para correr.
• De la fauna, lo único reseñable ha sido una perdiz con sus nueve perdigones apeonando durante unos metros justo delante de mí, hasta que han encontrado un lugar adecuado para salirse del camino.

20,68 Km (12,85 millas)

502 m

2h 11 min (9,47 Km/h)