Aprovechando que mi hijo tenía entrenamiento, me he acercado a la presa
del Gasco. Con el tiempo justo, no he podido cruzar al otro lado y remontar el
río. Ha sido un recorrido corto (el segundo más corto del año), pero ha
merecido la pena.
En la parte baja, las cañarejas y las siemprevivas ya están en flor. Y
al tomillo perruno le quedan pocos días. Tengo ganas de que las siemprevivas
florezcan cerca de casa, por el olor. Es muy especial, y hay gente a la que no
le va. Pero a mí me gusta mucho.
En resumen:
- Un paseo corto, con la gente aprovechando el calor de la tarde. La mejor luz para hacer fotos (mejor incluso que al amanecer).
- Después de un mes intensivo, se nota la mejora. Siempre que hago salidas largas de forma habitual, gano en velocidad en las cortas.
11,17 Km (6,94 millas)
406 m
1h 06 min (10,15 Km/h)
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