La salida de siempre con un añadido final, que convierte el recorrido
en una vuelta perfecta a Hoyo de Manzanares.
Con algo de sombra durante la primera hora, gracias a los pocos árboles
que crecen cerca de las Cascadas. Y con el sol cada vez más fuerte el resto del
camino. Un sol que ya ha dejado los campos secos y llenos de pajas.
Al final he cruzado por el pinar de Aguirre buscando alguna fuente.
Pero las que hay ya están todas secas. Menos mal que la llegada ha sido
gloriosa, terminando directamente con un baño en la piscina (con el agua
todavía fresquita).
En resumen:
- Con este tiempo de verano, cada vez el agua se convierte más en factor decisivo a la hora de planificar los recorridos.
- Los cantuesos y cañarejas ya están con las flores secas. Los sustituyen ahora altos gordolobos de flores amarillas y, por fin, las siemprevivas. Además, todavía quedan madreselvas.
27,60 Km (17,15 millas)
591 m
3h (9,20 Km/h)
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