Hacía mucho que no subía hasta la Silla del Diablo por el camino del
mirador. Durante el pasado otoño y principio del invierno solía hacer este
recorrido saliendo al alba. Y el sol me alcanzaba por primera vez cuando
llegaba al collado.
Hoy he salido a mediodía, con el sol calentado ya lo suyo. Y tanto el
recorrido como la temperatura han sido duros. Es un camino con tramos difíciles,
tanto en subida como en bajada. Y la botella de agua se me ha quedado corta.
Al principio, no conviene ir muy rápido porque hay que guardar fuerzas
para lo que nos espera. Luego viene la larga subida por el vallejo de Peñaliendre
(yo no pongo los nombres) y después, pasado el mirador, el último tramo hasta
la cuerda nos termina de minar las fuerzas.
En la bajada he probado un sendero nuevo que cae hacia el oeste desde el
Portillejo. El sendero salva un fuerte desnivel por el cauce de un arroyo
estacional, por lo que hay que ir con más cuidado todavía que en la subida.
Total, que para cuando ha comenzado la vuelta, entre el calor y el
cansancio he tenido que pillar un ritmo flojito. No estaba la cosa para grandes
excesos.
En resumen:
- Empieza a notarse ya el calor. Para un recorrido de dos horas y pico tengo que llevar agua de verdad (sobre todo a estas horas).
- Viendo lo flojo que me he notada, creo que voy a tener que dejar la carrera por Fuenfría para la semana que viene.
- En la parte alta todavía se ven peonías en flor. Y en las zonas más soleadas, las siemprevivas están ya a punto de abrirse.
- Ya no puedo salir sin la toalla para el sudor. Llevar los ojos bañados en sal todo el rato me ha dejado al final medio tuerto.
20,82 Km (12,94 millas)
663 m
2h 29 min (8,39 Km/h)
Esta me la tienes que enseñar... Jaime
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