Un día perfecto para uno de los recorridos más bonitos que hay en la
sierra. Se parte de Cercedilla, remontando el valle de la Fuenfría hasta el
puerto, para luego bajar desde el collado de Marichiva hasta el valle del río
Moros. Se sigue luego la pista que recorre el valle, descendiendo poco a poco
hasta que, a la altura de collado del Arciprestre de Hita, se vuelve a la
comunidad de Madrid, regresando a Cercedilla por la pista de PR30.
Lo bueno del recorrido es que va casi todo a la sombra de los pinos, por
lo que el calor no afecta demasiado. Sobre todo si se sale pronto, ya que
merece la pena ir tranquilos para disfrutar de las vistas.
Aunque hoy yo iba algo más que tranquilo. Por un lado era un recorrido
largo y que no había hecho nunca, una razón que siempre invita a la prudencia.
Y por otra parte no quería forzar lo más mínimo. El otro día un tendón de la
pierna se dejó notar levemente, así que he corrido siempre atento para mantener
un ritmo casi de calentamiento.
Lo mejor de correr así es que normalmente se termina entero. Y así ha
sido. Sin jadeos, agarrotamientos, ni cansancio en ninguna parte del recorrido.
Parando a hacer fotos cada dos por tres y desviándome del camino para ver las
cosas que me han llamado la atención (varias plantas, un refugio o unas vistas
panorámicas).
Hubiera sido todo perfecto si no hubiera perdido el camino en un par de
ocasiones. La primera ha sido en el valle del Moros, subiendo hacia el collado.
Según había visto en los mapas y Google Earth, tenía que dejar una pista para
pillar luego otra. Y confiaba en que hubiera una sendilla por en medio del
bosque. Pero no. Así que ha tocado hacer unos cuantos kilómetros monte a
través.
La segunda ha sido todavía peor. Uno de esos errores que salen caros.
En el PR30 me he equivocado de curva a la hora de coger el sendero y he
terminado en medio del monte, tirando por en medio de rocas, arbustos y hierbas
que me han dejado las piernas como el plano del metro.
En resumen:
- Algo de gente subiendo la Fuenfría, pero he disfrutado de la más absoluta soledad en el valle del Moros. Hacía casi treinta años que no pasaba por aquí, y ha sido un placer encontrarlo igual (o mejor) de lo que lo recordaba. Sin duda uno de los valles más bonitos de la sierra de Guadarrama.
- Poca fauna hoy. Sólo cornejas en los pinares y buitres sobre la Peñota. Lo que sí que he disfrutado ha sido el olor a miel de la genista en flor que cubría la parte alta del recorrido.
- Por cierto, las barritas de cereales que me están gustando más últimamente son las de fresa y yogurt.
30,92 Km (19,21 millas)
854 m
4h 03 min (7,63 Km/h)
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