El fin de semana iba a venir cargado de lluvia, nieve y frío. Pero
en ese momento los cielos eran territorio casi exclusivo de una luna redonda y
benévola. Así que, carpe diem. Por el mismo recorrido que el último día. Y con
la misma compañía.
Las lluvias que han estado cayendo cada poco desde diciembre han dejado
el campo esponjoso y los caminos encharcados. No queda otra que lanzarse a
chapotear desde la puerta de casa. Pero como no hay viento ni hace frío, el
caso es que resulta divertido. Entre el perro y los charcos me he sentido como
el niño del video.
10,90 Km (6,77 millas)
265 m
1h 04 min (10,21 Km/h)
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