Llevamos meses diciendo que esto no es normal. El otoño, si se le puede llamar así, llegó con tres meses de retraso. Y del invierno no hemos tenido hasta ahora más que un poco de fresquito durante unos días. Las plantas andan enloquecidas sin saber si recogerse o ponerse a dar frutos. Y este fin de semana, el tiempo ya ha sido directamente primaveral. Hasta los frutales han empezado a florecer ya por estos campos.
Todavía hay tiempo para que vengan la nieve y el hielo. En el fondo, febrero siempre ha sido un mes duro de pelar. Pero realmente parece que este año las estaciones han desaparecido. Y lo único que nos queda esperar es que cuando vengan el calor de verdad no lo haga con temperaturas extremas.
Mientras tanto, tan sólo nos queda disfrutar de la vida que siempre me he imaginado que gozaran en las islas Canarias. Y a falta de playas, por lo menos podemos solearnos dando paseos por el campo. Como han hecho miles de excursionistas y ciclistas este fin de semana. Y yo entre ellos, aprovechando para correr por la sierra de Hoyo en camiseta y pantalón corto para disfrutar de las vistas.
Y al final del todo, una vez más un epílogo de media hora corriendo cerca de casa. Para soltar las piernas y apurar un poco el buen tiempo que nos ha tocado en gracia.
2h 36 min
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