Han sido bonito mientras ha durado. Apenas unos días de frío y nieve en la sierra, que nos han servido para recordar que el invierno, como Teruel, también existe. Bonito, pero breve. Y ahora a disfrutar de nuevo del buen tiempo, del sol y de unas tardes con flores, abejas y pajarillos cantando.
Con este tiempo apetecía subirse hasta la sierra de Hoyo. Así que he aprovechado para explorar un poco por las cercanías de la Silla del Diablo. Desde lo alto, he cogido un senderillo que desciende medio perdido entre las matas hasta el mirador.
Desde allí, ya sólo quedaba regresar a casa por el camino de las cascadas. Dejando que el último sol de la tarde me fuera calentando. Realmente ha sido un verdadero placer volver a correr por el monte en pantalón corto. Aunque quizás todavía podamos vivir unos días más de invierno. No hay que perder la esperanza.
2h 18 min
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