Tenía ganas de correr por la sierra de los Porrones. Un contrafuerte de peñotes recortados que baja desde la Maliciosa hasta la entrada misma de la Pedriza. Lo malo es que no contaba con que el calor iba a dejarme reventado a mitad de camino.
Porque la idea original era la de subir hasta la cima de la Maliciosa, y luego bajar por el ventisquero de la Condesa siguiendo el curso alto del Manzanares. Pero me ha pasado lo que a muchos que hemos hecho este recorrido, que nos hemos conformado con llegar hasta la Maliciosa Baja.
El problema, además del sol, es que el senderillo que corre por la cresta es un sube y baja que discurre trepando entre piedras y retamas. Y, además, el trazado es fácil de perderse en algunos sitios. Así que realmente no se puede correr durante gran parte del recorrido.
Eso ha hecho que, además del cansancio, haya tardado más de lo previsto en llegar al collado de las Vacas. Y como iba con el tiempo justo para recoger a mis hijos no quedaba otra que volver por la vía rápida.
Lo bueno es que todo lo que quedaba era cuesta abajo. Lo malo es que la pista principal es demasiado larga. Así que después de bajar hasta el río Manzanares (en su fase de arroyo montaraz), y de beber largo y tendido de sus frescas aguas, he decidido acortar por lo sano.
Afortunadamente hay unos cuantos senderillos que ahorran tiempo y espacio atajando a lo bestia. A costa, eso sí, de cansar todavía más la piernas. Por lo menos, en esta zona baja, los árboles permitían correr a la sombra casi todo el rato. Algo que realmente se agradecía.
Al final he llegado con el tiempo justo. Tenía previstas cuatro horas como máximo y tan sólo me he pasado un minuto. Eso sí, terminando realmente cansado y requemado por el sol.
4h 01 min
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