Nueva salida al amanecer por la sierra de Hoyo. Esta vez subiendo por la zona del pico del Águila, pasando a los pies de la Silla del Diablo y bajando directo a casa por la vía rápida. Para evitar que el sol me queme las entrañas.
Durante las últimas semanas me he cruzado con un insecto realmente curioso. Una mezcla entre mariposa y libélula, con un toque de reina del carnaval. Al bichejo en cuestión (nemoptera bipennis) le llaman duende. Y con razón. Porque lo cierto es que tiene algo de mágico cuando revolotea despacito entre las hierbas y de repente desaparece, con sus alas casi trasparentes, al posarse en alguna planta.
Por lo demás, la parte silvestre está empezando a notar ya de verdad los efectos del calor. Casi todo está medio seco (o rematadamente seco). Tan sólo dan un poco de color algunas compuestas con sus flores amarillas. Y las clavelinas, que ahora están en su mejor momento en lo alto de la sierra.
Por otra parte, he aprovechado la salida para probar unas zapatillas nuevas (John Smith Softshell). Y el resultado ha sido regulero. Por una lado, las suelas parecen resistentes (aunque habrá que esperar unos meses para confirmar la primera impresión). Pero el diseño del cuello es realmente lamentable.
Así que he tenido descoserlas para rebajar la plantilla de plástico que rodea el talón, y que se clavan en los tobillos cuando torcemos un poco el pie. Además, también he recortado los dos montecitos que se supone ayudan a proteger el talón de aquiles (y que lo único que hacen es provocar rozaduras). Ya veremos cuál es el resultado final, porque por ahora la nota es bastante baja.
2h 25 min
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