Un día precioso para corretear por los valles del Eresma y de la Acebeda. Perfectos para disfrutar del campo. O al menos lo habría sido si no hubiera terminado derrengado, con las piernas rotas y sudando la gota gorda.
"Honest... I ran out of gas. I had a flat tire. I didn't have enough money for cab fare. My tux didn't come back from the cleaners. An old friend came in from out of town. Someone stole my car. There was an earthquake. A terrible flood. Locusts. It wasn't my fault, I swear to God."
Nunca podremos ser tan buenos dando excusas como "Joliet" Jake Blues. Pero al menos podemos intentarlo. En mi caso creo que lo que me dejó destrozado fue el calor. Y quizás no comer nada durante todo el recorrido. Aunque puede que también hubiera un terremoto y una plaga de langostas de por medio.
El caso es que lo que comenzó como una salida placentera se convirtió en una agonía de subidas y bajadas por el bosque, arrastrándome de mala manera. Y recortando esquinas por donde podía para acabar cuanto antes.
Así que del recorrido me quedo tan sólo con la primera parte, por el senderillo que desciende a orillas del Eresma hasta Valsaín. Porque allí empezó el calvario. Con un trama largo de asfalto en subida y bajo un sol de justicia.
A ver si la próxima salida no tengo que recurrir a la filosofía de los clásicos para encontrar una razón que justifique mi pésimo estado de forma. Porque se me están acabando las excusas.
3h 51 min
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