Aunque oficialmente forma parte de los Siete Picos, lo cierto es que el pico de Majalasna va a su bola. De hecho, yo creo que lo incluyeron para poder llamar así a la sierra (porque "Seis Picos" no suena igual de bien ni de lejos).
El caso es que tenía ganas de subir por la vía directa hasta las seis cumbres, pasando por Majalasna. Para ello lo mejor es seguir el senderillo que sube desde la pradera de Navarrulaque. La vuelta se puede hacer por la cara norte (si se llega hasta el puerto de Navacerrada y luego el camino Schmidt) o por la cara sur, siguiendo la senda Herreros.
En esta ocasión he preferido volver por la cara sur. Sobre todo porque es un senderillo mal trazado y con muchas zonas realmente complicadas, lo que hace que no sea muy transitado. Y si las piedras y el continuo sube y baja tampoco permiten correr demasiado, siempre se pueden soltar las piernas al final por la carretera de la República.
Aunque aparte de poder disfrutar de una mañana magnífica corriendo por uno de los sitios más bonitos de la sierra del Guadarrama, el día también ha merecido la pena por otros motivos.
Como siempre llevo el teléfono cuando salgo a correr por el campo (para hacer fotos y por si las moscas), a veces recibo llamadas importantes. De esas que marcan un día, para bien o para mal. Eso hace que luego, cuando paso otra vez por esos lugares, recuerdo el momento con mayor felicidad o tristeza.
Esta vez, el recorrido por los Siete Picos ha coincidido con una de esas llamadas. En este caso, muy buena. Así que, además de por la belleza del paisaje, la cara sur de esas montañas va a quedar asociada para mí con un feliz recuerdo.
2h 50 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario