jueves, 5 de noviembre de 2020

El Pendolero


Aprovechando el puente, este fin de semana pasado pude hacer otra salida más larga de lo normal. Disfrutando todavía del sol antes de que vinieran las lluvias que nos ha traído noviembre. Algo que no sólo aproveché yo, sino que también hicieron muchos paseantes, ciclistas, cazadores... y otros corredores.

Porque el caso es que últimamente vengo observando que cada día hay menos trotamontes. Desde mayo, cuando se acabó el confinamiento, todos empezamos a salir en manadas al campo para pasear. En el verano y el otoño se ha seguido manteniendo esa costumbre, por lo que se pueden ver más andariegos de lo normal. Y muchos ciclistas, que han surgido como las setas.

En este último caso puede que hayan ayudado esas nuevas motillos llamadas e-bikes, porque lo cierto es que cada día se ven más. Algo que se nota también en el mayor desbroce de pequeños senderos por los que antes no pasaba casi nadie.

Pero lo que sí parece que se ha acabado es la moda de correr por el monte. Porque aunque todavía se mantienen activos muchos de los que lo hacen por asfalto, lo cierto es este año me he cruzado sólo con un puñado de los que, como yo, preferimos hacerlo por en medio del campo. Una pena, porque siempre anima cruzarse con otros locos con los que compartir tus manías.

2h 5 min





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