He aprovechado estos días casi primaverales para subir hasta la sierra de Hoyo. Con las piernas todavía muy flojas por la falta de costumbre, pero con ganas de ir cogiendo ritmo para tratar de hacer alguna salida por las montañas de verdad antes de que llegue el invierno.
Con un día tan soleado que ha echado a la gente a los caminos. Nunca me había cruzado con tantos paseantes. Familias enteras disfrutando del campo en un momento en el que no se puede viajar y con un futuro poco claro, en el que es posible que tengamos que volver a encerrarnos en casa para evitar los contagios.
El recorrido no ha sido muy largo, pero he notado que todavía me falta mucho para poder trotar durante horas sin problema, aunque sea despacito. Por lo menos he podido seguir de nuevo los senderillos que suben hasta la sierra de Hoyo, primero por el mirador y luego al lado de la Silla del Diablo. Hacía mucho que no trotaba por esta zona, y ha sido un poco volver a la antigua normalidad. Ahora ya sólo falta que mis piernas levanten el toque de queda.
2h 23 min
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