Una salida tranquila recorriendo al trote algunos de los caminos que discurren por el sur del pueblo, desde el alto del Robledillo hasta el cuartel, pasando por el alto de la Solana. Eligiendo sobre todo senderillos poco transitados para evitar la muchedumbre de ciclistas y paseantes habituales durante el fin de semana. Y aprovechando, además, un momento en el que sol ha aparecido entre las nubes; lo que me ha permitido correr en camiseta y pantalón corto.
Lo cierto es que este otoño está siendo tal y como describen los libros. O al menos en parte, porque últimamente se nota que ya no llega el frío de verdad. Pero al menos estamos teniendo de todo: lluvia, nubes, viento, hojas secas, sol, niebla, fresquete de noche y calorcillo al medio día...
Además, la migración sigue pasando sobre nuestras cabezas. Estos días se ven grullas y milanos volando hacia el sur. Puede que dentro de unos años se queden directamente con nosotros. O puede que ni siquiera bajen a vernos en invierno. Pero mientras tanto, el trompeteo de las grullas seguirá siendo una parte importante de la banda sonora de otoño.
1h 36 min
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