Una salida cortita con la intención de ir cogiendo minutos poco a poco después de haber estado unos días parado. Como sabía que no iba a ir muy lejos, por lo menos he optado por un paisaje menos cotidiano, subiendo hasta el alto de la Solana desde el arroyo de Trofa y volviendo luego por el cerro Camorrilla.
Para evitar la multitud de gente que ha aprendido a disfrutar del campo con la pandemia, haga el tiempo que haga, he buscado senderillos nuevos. Y cuando no los he encontrado he tirado campo a través, descubriendo así un pequeño encinar por el que no había pasado hasta ahora.
El caso es que entre que el tiempo ha sido bastante agradable y las últimas lluvias que han caído, el campo está volviendo a verdear. La hierba y el musgo ponen así un toque de color que se agradece. Lo mismo que poder trotar por un suelo mullido por el agua. A ver si el invierno nos trae muchas tormentas para regalarnos luego una gran primavera.
1h 21 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario