Ya se me estaba olvidando lo que era correr al sol (y con calorcillo).
Pero este fin de semana he aprovechado el buen tiempo y he salido antes de
comer. Con una temperatura tan buena que he cogido los trapos de verano en vez
de la camiseta de manga larga y los guantes. Un gustazo.
El recorrido ha sido el mismo de siempre. Pero con solete. Y eso
cuenta. Con el buen tiempo me he tropezado con varios paseantes (alguno de
ellos perdidos, preguntando cómo volver al buen camino). La flora sigue
acuertelada para pasar el invierno. Y los únicos que disfrutan de esta época
paren ser los córvidos. Sobre todo los rabilargos.
Esta semana toca volver a correr de noche (bien abrigado). A ver si
dentro de poco puedo pillar un domingo para ver el amanecer corriendo por la
sierra (echo de menos la Najarra).
11,39 Km (7,08 millas)
231 m
1h 05 min (10,52 Km/h)
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