Noche de mucha luz, gracias a una luna casi llena, y de poco frío. A la
espera de lo que se nos viene encima dentro de pocos días (según dicen y
amenazan los que saben de eso). A pesar de todo, salí con los guantes puestos y
no me sobraron en ningún momento.
En lo más alto del recorrido me crucé con cuatro ciclistas noctámbulos
como yo. Parece que todos queremos aprovechar estos últimos días de tiempo seco
y templado (para la época), antes de que venga la lluvia, la nieve y el viento
helado del norte.
Aparte de los ciclistas, pude disfrutar de la noche en solitario. Pero
cuando estaba corriendo por los senderos en la zona de las praderas me pareció
oír un par de veces a un grupo de grullas (no sé si volando o posadas. La luz de la luna no daba para tanto). Este
fin de semana estaré atento para ver si las veo pasando por encima de casa.
10,90 Km (6,77 millas)
265 m
1h 05 min (10,06 Km/h)
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