A falta de un mes para llegar al solsticio, los días ya son eternos. Así que me quedan unas semanas por delante de poder correr con algo de luz en el cielo en mis salidas nocturnas.
En este caso era el recorrido habitual de los viernes por la noche. Una hora y media de margen para darme una vuelta por la presa del Gasco y el canal. Y viendo los problemas que tuve la semana pasada con el estado del sendero, esta vez preferí correr por el mismo cauce por el que estaba previsto que el agua del Guadarrama llegara hasta Sevilla.
Para cambiar un poco el panorama, hice el recorrido en sentido contrario al habitual. De esta forma tenía por delante una bajada larga hasta la presa y me tocaba a la vuelta enfrentarme a una subida abrupta y empinada.
Lo bueno es que pude hacer la bajada con luz natural, disfrutando del anochecer, de las nubes de tormenta y de las vistas de la plana de Madrid. Lo malo es que me quedé a oscuras en el canal. Y con las matas que han crecido (sobre todo Rumex crispus, que algunos llama lengua de vaca) me pasé de largo en dos ocasiones la trocha de salida.
Al final, para añadir más cambios, terminé volviendo desde las Marías por el campo de fútbol, dejando de lado la torre que da nombre al pueblo. El camino es más feo, pero por lo menos es diferente (y de noche todos los caminos son pardos).
14,79 km (9,19 millas)
402 m
1h 27 min (10,30 Km/h)
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