Despedida de Cantabria subiendo a los dos montes desde los que se pueden admirar las mejores vistas de Noja. Primero el Cincho, al oeste. Y dejando la cima del Brusco, al este, para terminar el recorrido.
Después de un día de lluvias torrenciales el sendero que pasa por lo más alto del Cincho estaba un poco embarrado y resbaladizo. La excusa perfecta para tomarse las cosas con calma y correr despacito.
Las vistas desde el Cincho son realmente las mejores de toda la zona. Por un lado porque en la cima hay una torre desde la que se pueden observar los alrededores por encima de la copa de los árboles que cubren el monte. Y por otra parte, porque el Cincho está en un sitio perfecto: con la marisma del Joyel a sus pies y la costa al norte.
El panorama desde el Brusco es un poco peor, a pesar de que sea un poco más alto. El problema no es su ubicación, sino la falta de una zona abierta desde la que poder asomarse al resto del mundo. En la cima hay un pequeño prado, pero tan sólo ofrece vistas hacia el pueblo de Noja (que ya es algo).
Por lo menos al final he podido descubrir un senderillo con el que no contaba para bajar hasta la playa del Trengandín. Una trocha que recorre primero la espina de los montes y luego baja directa por un prado empinado y resbaladizo.
1h 55 min
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