He vuelto otra vez a correr por Trengandín y Berria. Pero esta vez he aprovechado para descubrir alguno de los senderillos que suben y bajan por las laderas del Buciero. Un monte que se alza sobre Santoña.
Con el buen tiempo, la playa del Berria estaba bastante llena. No así la de Trengandín en su parte más oriental. Es lo que tiene el estar lejos de los aparcamientos, que eliminas la mayor parte de esa gente que no se aleja más de cien metros del coche.
Una vez pasado Berria he empezado a indagar un poco por un callejón sin salida, que al poco se ha convertido en un sendero medio oculto entre los árboles. El estrecho camino ha continuado subiendo y bordeando algunos prados hasta uno de los collados que hay en el macizo del Buciero.
Desde lo alto el descenso hasta el faro del Pescador ha sido por una trocha abierta entre un bosquecillo que tiraba a selva (tipo laurisilva). La vuelta, como llevaba el tiempo medido, la he tenido que hacer por la vía rápida.
El resultado ha sido una salida realmente agradable. Con el ritmo suficientemente lento como para poder disfrutar del paisaje, del campo, de las vistas y de las playas. Con un buen baño entre las olas al final. Lo mejor para relajarse después de trotar un rato.
1h 38 min
No hay comentarios :
Publicar un comentario