Una nueva salida por el valle del Peregrinos, subiendo hasta la zona del mirador para disfrutar de las vistas. Y haciendo el recorrido en sentido contrario al habitual por aquello de introducir un poco de aventura en mi vida.
A pesar del calorcillo del sol, cuando te iluminaba la cara, el frío de la noche todavía seguía pegado al suelo en las zonas umbrías. Sobre todo en la ladera norte de la loma del Cuchillar, donde hay zonas en las que el sol no llega hasta el fondo durante el invierno. Aquí hay matas cubiertas por varias capas de escarcha, algunas ya con solera.
Justo mientras bajaba por el sendero del tubo que sigue el arroyo de Peñaliendres, he escuchado una especie de gemidos roncos y fuertes. Allí, sobre unas peñas al sol estaban una pareja de buitres leonados haciendo el frutifantástico. Realmente no sé quien bufaba, si el macho o la hembra (o los dos), aunque ha sido algo relativamente breve, porque en menos de un minuto la cosa parecía haber terminado.
2h 30 min
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