miércoles, 12 de diciembre de 2012

La medida de las cosas


Tiempo y espacio. El tiempo no me interesa demasiado. No llevo nunca reloj, no me obsesionan los parciales, y ni siquiera sé medir mi esfuerzo en minutos por kilómetro. En mi cabeza sólo hay sitio para horas y minutos totales (los segundos no me los planteo). Y eso porque al menos me sirven para planificar las salidas.

Pero el espacio es mi verdadera pasión. Desde pequeño me han fascinado los mapas. Cuando viajo por carretera suelo perder el tiempo pensado a dónde llevarán los caminos y senderos que se pierden en la lejanía. Y si coincidís conmigo en un avión, yo soy el que está todo el rato pegado a la ventanilla, volando por encima del mejor mapa que existe.

El caso es que esa temprana pasión me ha servido para descubrir muchos recorridos por los que trotar en libertad por en medio del campo. Algo que parece sencillo, pero que no lo es tanto. En las zonas que conocemos como la palma de la mano no hay problema. Sólo se trata de ir por los sitios trillados de nuestra memoria y disfrutar relajados.

Lo malo es cuando queremos correr por territorios desconocidos. Y cuando se corren 30 o 40 kilómetros, se llega más tarde o más temprano a lo desconocido. Es entonces cuando hay que tirar de mapas, fotos aéreas, blogs de internet o webs de recorridos:

El básico. Es rápido y cubre todo el mundo.

Sigpac (Ministerio Agricultura y Medio Ambiente)
General para toda España. El mapa y la foto aérea se pueden ver a la vez gracias al degradado de mapas.

El mejor para la comunidad de Madrid. Se puede elegir entre mapa o fotos aéreas de varios años (la de más resolución fue la del 2008).

Lo mejor es la herramienta en 3D. Sólo para la comunidad de Madrid.

Sirve a veces para ver si los caminos que aparecen en los mapas o fotos aéreas son públicos o privados.

Este es el que uso para medir los recorridos (en millas o kilómetros). Es gratuito (aunque hay que registrarse) y se pueden guardar los mapas, editarlos, copiarlos, compartirlos…

Igual que el anterior, pero en peor.

Para descubrir rutas nuevas buscando por palabra o moviéndose con el mapa. Hay muchísimos recorridos de gente que los ha descargado con sus GPS.

Otro buscador de recorridos para correr, pasear o montar en bici. No tiene tantos como Wikiloc, pero es muy fácil de usar.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Dehesa de Navalvillar


Sigo tratando de recuperar la forma. Esta vez rodeando la dehesa de Navalvillar. El ritmo es muy lento, por un lado porque no quiero forzar la pierna. Por otra parte, y porque no estoy para engañar a nadie, tampoco es que tenga fuelle para mucho más.

La dehesa a estas horas no suele ser la Gran Vía, pero hoy no he visto ni un alma. Tan sólo las vacas, apostadas al borde de la vía (como diría León Felipe). Así que he podido desarrollar mi poderosa zancada a lo Chiquito en la intimidad.

Esto siempre ayuda. Porque, por mucho que lo intente, siempre que hay alguien delante cambio el ritmo. A veces imperceptiblemente (no suelo estar para muchas alegrías). Supongo que con el tiempo te llegas a aislar lo suficiente para correr sin que te importen los demás. En mi caso, entre que corro solo, y que lo hago por el quinto pino, poca costumbre llevo. Así que mejor sólo con vacas.

Mi intención antes de empezar era correr pronto por La Najarra. Luego la realidad me ha puesto los pies en el suelo. Poco a poco, amigo Sancho.

En resumen:
  • Fresquete (5°) pero sin una gota de viento.
  • Lo bueno de volver a correr después de un tiempo parado es que se aprecia más el simple hecho de correr por el campo.
  • Eso sí, más que correr, me arrastro.

14,18 Km (8,81 millas)
330 m
1 h 32 min (9,25 Km/h)

Libro: Scott Jurek - Eat & Run


Scott Jurek es un poco como el Andrés Iniesta o el Juan Carlos Navarro de los ultramaratones: un deportista superdotado y muy inteligente escondido en un cuerpo de perro. Cuando se le ve como corre, con su paso destartalado y un poco torpe, lo que sorprende es que haya llegado tan lejos. Y ha sido lejos de verdad: siete veces campeón en la Western States, dos veces en Badwater y tres veces en el Spartathlon, entre otras cosas.

Además, en lo que coincide toda la gente que le conoce es que, por encima de todo, es una buena persona.

Ahora que ya ha dejado paso en la primera línea a la nueva generación de corredores, nos cuenta su vida. Y lo hace de una forma realmente inocente e ingenua. Sin presumir ni alardear de sus victorias. Sin alharacas. Un libro honesto y muy interesante que, gracias a la escritura de Steve Friedman, se lee de una sentada.


Argumento
Scott Jurek repasa toda su vida: los duros momentos por los que pasó durante su infancia, los primeros pasos deportivos esquiando y corriendo, los amigos, las primeras victorias, las derrotas, las grandes hazañas, su separación, su búsqueda constante de paz interior… Y todo ello condimentado con sus mejores recetas. Porque para él, la alimentación en general, y ser vegetariano en particular, no es algo anecdótico. De ahí el nombre del libro.


sábado, 8 de diciembre de 2012

Vuelta a las Colinas

Por fin he vuelto a correr al alba. Y sin dolores. El otro día me recomendó un amigo hacer menos tiempo en mis salidas para recuperarme poco a poco, y parece que ha funcionado.

El amanecer ha sido alucinante. Con el cielo despejado, las últimas estrellas y la luna menguante arriba y una franja de luz rosada que dejaba ver a lo lejos las torres de Madrid. Y con el monte del Pardo cubierto por una niebla muy baja.

La mañana estaba fresquita. Cero grados (siempre que lo digo pienso en chiste de Lepe), pero sin viento. El caso es que sólo he tenido que llevar el frontal durante diez minutos, porque la luz del alba ha llegado muy pronto. Y entre el panorama y el ritmo suave ha sido realmente un placer volver a correr a estas horas.

En resumen
  • Parece que mi pierna vuelve a la normalidad. A ver si ya no tengo que aprender más anatomía.
  • Una mañana de otoño preciosa.
  • Sigo pensando que correr al alba y ver amanecer en el campo es de lo mejor que se puede hacer para empezar el día (al menos de vez en cuando).
11,39 Km (7,08 millas)
231 m
1h 10 min (9,77 km/h)

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Grandeza


Cuando pienso en las personas que me inspiran de verdad a la hora de correr no sólo pienso en gente como Kilian Jornet, Anton Krupicka, Geoff Roes o Scott Jurek. Creo que ellos nos sirven de ejemplo, no porque ganen carreras, sino por cómo lo hacen. Pero correr es mucho más que ir rápido.

En el fondo, los que más respeto me merecen son los corredores que siguen corriendo cuando los mejores ya están en casa. Decía Christopher McDougall que cuando terminó su primera carrera larga, muchas horas después de que hubieran llegado el resto de corredores, Scott Jurek le felicitó en la meta como su fuera el campeón. A él le sorprendió, ya que había tardado el doble de lo que había hecho Scott. Pero éste le contestó que por eso era mucho más valiosa su carrera, porque el sufrimiento también había sido el doble.

La gente que admiro de verdad es la que llega al final. Y no sólo porque yo esté entre ellos (o por detrás). Son personas que no están tan en forma, pero que disfrutan de lo que hacen a pesar de lo que les cuesta. Sus objetivos son humildes. Y su pasión por correr mucho más sincera.

Ya he mencionado otras veces la frase de Chesterton: “alguien debe amar realmente lo que hace cuando no solo lo practica sin tener esperanzas de ganar fama o dinero, sino que incluso lo practica sin ilusiones de hacerlo nunca bien”. Creo que resume lo que pienso de gente como Nathan. Un chaval de doce años que nos enseña más de lo que es correr que muchos de las grandes estrellas. Aunque es un anuncio que hizo Nike antes de los últimos Juegos Olímpicos, el video merece la pena.


martes, 4 de diciembre de 2012

Puente de la Parrilla


Más de un mes sin moverse pasa factura a cualquiera, así que hoy he salido con cuidado y muy lento. Comprobando todo el rato el estado de las piernas, de los pulmones y de la garganta. Y parece que todo va más o menos por buen camino.

Lo único que me ha preocupado ha sido el maldito tendón, que ha aparecido para saludar cuando llevaba una hora de trote cochinero. Al final no ha llegado a doler, pero ya me vale con que haya dicho hola.

En cuanto al resto, todo perfecto. El día estaba fresquito, pero con un sol que calentaba todo lo que podía para ser diciembre. Y sin viento. Con el poco calor, los buitres no podían subir mucho. He pasado debajo de un grupo de 30 o 40 que volaban casi por encima de mi cabeza, aunque no parecían estar muy interesados por mí. Todavía.

En resumen:
  • Un poco de ejercicio suave para ver si empiezo a ponerme un poco a tono.
  • El tendón isquiotibial bíceps femoral sigue ahí, el maldito.
  • Un día precioso de otoño.

13,49 Km (8,38 millas)
154 m
1h 26min (9,41 km/h)

lunes, 3 de diciembre de 2012

Libro: Courir (Jean Echenoz)

Tardé un tiempo en pillar este libro porque Echenoz no me había convencido mucho la primera vez que le di una oportunidad. Pero esta vez se ha redimido a mis ojos. Lo cierto es que cualquier libro que cuente la vida de Emil Zátopek tiene ya mucho ganado de antemano.