Sierra de Hoyo

Los cielos siguen cubiertos por las nubes, la niebla oculta el paisaje y la lluvia está dejando el campo empapado y mullido. Y como no hace ni frio ni calor, lo cierto es que es un tiempo perfecto para correr. Porque además el viento que soplaba del norte hace unos días se ha transformado en una ligera brisa del oeste, más húmeda y cálida.

Otro año corriendo

Quizás el planeta gire gracias a las zancadas de todos los que corremos por su superficie cada día. Lo que es seguro es que, un año más, he disfrutado cada una de las que he dado trotando por caminos y senderos de todo tipo.

Las cascadas

Dicen que el invierno ha llegado para quedarse (al menos durante unas semanas), pero hoy el día ha vuelto a recuperar el tono primaveral. El sol y el vientecillo del suroeste permitían salir a correr otra vez con pantalón corto. Así que he salido a disfrutar de la mañana. Que no es cuestión de desaprovechar el tiempo.

Pico del Águila

Hoy se ha levantado uno de esos días en los que se puede oler ya el invierno que se avecina. Con nubes blancas y grises cubriendo el cielo a ratos, un sol eléctrico dominándolo todo el resto de tiempo, viento del norte, frío y hasta ventiscas ocasionales. Un día en el que me apetecía subir hasta algún pico de la sierra de Hoyo desde el que se pudiera admirar bien las montañas de Guadarrama.

Vuelta al Pendolero

En la primera salida del año las nubes han tenido el detalle de retirarse durante unas horas. Así que he podido correr con el sol de la tarde bajo un cielo azul brillante. De esos que parece que están recién salidos de la caja de regalo. Un verdadero placer para empezar este 2016 con ganas.

Mirador

Ha tardado en llegar, pero por fin ya está aquí el otoño. Es cierto que todavía sin mucha lluvia, demasiado frío, ni vientos desmelenados. Pero algo es algo. Sobre todo para los que nos gusta correr en estas condiciones. Ideales para despedir el año en una San Silvestre particular.

Sierra de Hoyo

Han vuelto la lluvia y las nubes. Y aunque parece que no van a dejar el campo demasiado saturado de agua, por lo menos algo es algo. En cualquier caso, hoy he podido correr por un campo en el que se notaba la humedad. Con jirones de niebla deslizándose por las laderas de la sierra de Hoyo. Y yo jugando a perseguirlos.

Telégrafo

La última salida larga del año la he podido hacer una vez más al alba. Aprovechando ese momento mágico en el que los perfiles del paisaje se empiezan a dibujar poco a poco. Y en el que la luz saca sus mejores colores del día para pintar cada cosa, haciendo que hasta una sencilla piedra brille como nunca.

Las cascadas

En previsión de lo que se nos viene encima esta noche (y mañana) hoy me he saltado la comida y he salido a correr a mediodía. Para desentumecer un poco el cuerpo, para disfrutar del paisaje y del tiempo primaveral. Y para quemar unas cuantas calorías. Que con las fiestas ya empezadas llevo unos días abusando de los dulces (mi gran perdición).

La Jarosa

Como siempre corro solo, las pocas veces en las que cuento con la compañía de un amigo se convierten en momentos realmente especiales. Sobre todo si además podemos disfrutar de un recorrido por el monte con este invierno primaveral que nos ha tocado.

El arte de correr mal

Todos sabemos correr, pero no siempre somos conscientes de cómo lo hacemos. Por eso, cuando vemos un dibujo o una escultura de un corredor a veces no nos damos cuenta de que la figura no siempre encaja con la realidad.

Arroyo de Carboneros

Después de una salida larga, normalmente suelo tomármelo con calma en la siguiente ocasión. Más que nada por aquello de que el cuerpo se recupere poco a poco. Y hoy no ha sido una excepción. A pesar del buen tiempo, y del sol que invitaba a correr durante horas, las piernas me pedían poca tralla.

Puertos de Fuenfría y Navacerrada

Tenía ganas de repetir este recorrido, ya que la primera vez que lo hice terminé arrastrándome. Literalmente. Es cierto que fue en una tarde de verano, con mucho calor, poca agua y sin haber comido. Vamos que había sacado todas las papeletas para conseguir la gran pájara. Y así me fue.