Aunque ya no hace calor, el caso es que esto de correr a las tres de la tarde no es lo mío. Pero siempre es mejor estar al aire libre, echándose un trotecillo por el campo, que quedarse tumbado en el sofá. O al menos esa es la teoría.
En la práctica el caso es que sigo a un ritmo demasiado flojo y cansino. Me falta la alegría necesaria para disfrutar realmente de mis escapadas. Y además, la realidad campestre sigue siendo demasiado reseca y mortecina para mi gusto. A ver si me acerco pronto a la sierra a ver un poco de verde.
Por lo demás, el recorrido es el típico que hago entre Torrelodones y Hoyo. En plan cortito. Que al paso que voy no me puedo ir por los cerros de Úbeda.
1h 42 min
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