Entre que ha vuelto a salir el sol esta mañana y que tenía un rato tonto justo antes de comer, me he animado a dar una carrerita alrededor de las Colinas. Con camiseta y pantalón corto. Y parece que no va ser la última vez este año que vista galas veraniegas teniendo en cuenta la previsión del tiempo.
Por el camino me he encontrado con todo tipo de paseantes y ciclistas. Es lo que tiene este recorrido, que transita por caminos anchos y cruza la carretera un par de veces. Quizás por eso he visto pocos bichos (a pesar de que el tiempo invitaba a salir de la madriguera).
En mi caso por lo menos me he alegrado mucho de haber podido encontrar un rato para trotar al aire libre. Porque en algún momento llegará el mal tiempo (es de suponer) y entonces echaremos de menos no haber aprovechado cada día de sol de este otoño tan benigno.
Las que desde luego lo están aprovechando a base de bien son las abejas, libando como locas a pesar de las fechas en las que estamos. Las cosas están cambiando a toda prisa. Y mientras en París algunos siguen pensado que se puede controlar el clima como si fuera un termostato casero. No sé si es hubris o simple estupidez.
1h 35 min
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