Casi todos los grandes corredores se lanzan a escribir en algún momento. De sus manos (o de las de sus negros) salen obras repletas de consejos, tablas de entrenamientos y victorias. Y suelen venderse bien porque a los aficionados les gusta mirarse en el espejo del triunfo ajeno.
Entre estos libros escritos por expertos hay verdaderas joyas. Los de Scott Jurek o Hal Koerner, por ejemplo, son perfectos cada uno en su tipo. Biográfico e intimista el primero y manual de campo el segundo.
Luego están los libros escritos por apasionados de las carreras populares. Gente que entrena y compite a un nivel más bajo, pero en general bastante decente. Matt Beardshall, Boff Whalley o Adharanand Finn no pasarán a la historia por batir ningún récord. Pero son tipos realmente entregados a la causa.
El caso de Dana L. Ayers es diferente. Comenzó a correr por casualidad, un poco siguiendo la moda del momento. Y descubrió que los aspectos marginales en esta actividad eran los que realmente valían la pena para ella. Compañerismo, superación, sudor y fiesta son los caballos que tiran de ella a la hora de entrenar. Porque realmente lo de correr por correr sigue siendo un sufrimiento personal.
Experiencias, consejos y reflexiones de una corredora que ha encontrado en esta actividad una fuente de diversión, entretenimiento y forma de hacer amigos. Lejos de obsesionarse con mejorar sus marcas (realmente lejos), el objetivo de la autora es seguir disfrutando con carreras de todo tipo (y aumentar su colección de medallas).
Con un estilo sencillo y mucho sentido del humor, el libro refleja realmente lo que seguro que comparten muchos participantes de cualquier carrera popular. Como refleja el subtítulo: A Guide to Racing and Obstacle Courses for the Averagely Fit and Halfway Dedicated. Porque lo bueno que tiene correr es que hasta los más lentos nos lo pasamos bien.
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